Desde lo alto del campanario de San Marco, muy por encima de la plaza, los visitantes pueden disfrutar de las vistas de la ciudad, la laguna y, si la visibilidad lo permite, los picos de los Alpes. Desde aquí Galileo mostró su telescopio al dux Leonardo Donà en 1609. Para hacerlo habría subido por la rampa interior, pero el acceso hoy es por un li.
La primera torre, terminada en 1173, fue construida como un faro para ayudar a los navegantes en la laguna. Asumió un papel menos benévolo en la Edad Media, cuando los infractores eran encarcelados, y en algunos casos los dejaban morir, en una jaula colgada cerca de su cima. En julio de 1902, sin previo aviso, la torre se derrumbó. Las únicas bajas fueron el Loggetta al pie de la torre y el gato del custodio. Las donaciones inundaron y en 1903 se colocó la primera piedra para un nuevo campanario «dov’era e com’era» («dónde estaba y como estaba»). La nueva torre se inauguró el 25 de abril (fiesta de San Marcos) de 1912.